- 400 g de carne picada.
- 800 g de tomate triturado, natural o de bote.
- 1 cebolla.
- 1 zanahoria.
- 1 rama de apio.
- 1 vaso de vino tinto.
- Orégano y 1 hoja de laurel.
- Aceite y sal.
Elaboración
Lavamos el apio y lo picamos muy finito.
En primer lugar, cortamos el tallo en tiras longitudinales y a continuación, las juntamos como se muestra en la imagen y hacemos daditos.
Raspamos la piel de la zanahoria con un cuchillo o la retiramos con un pelador de verduras, la lavamos y la cortamos en dados muy pequeños.
Pelamos la cebolla y también la picamos muy finita.
En una cazuela, ponemos 3 cucharadas de aceite a calentar a fuego medio y añadimos la cebolla, el apio y la zanahoria.
Rehogamos las verduras durante 5 o 6 minutos, removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera.
Incorporamos la carne picada y la cocinamos hasta que cambie de color, durante 1 o 2 minutos, removiendo constantemente con la cuchara.
Subimos el fuego, añadimos 1 vaso de vino tinto y lo dejamos cocer un minuto más para que se evapore el alcohol.
A continuación, incorporamos el tomate triturado, removemos y salpimentamos.
Añadimos 1 cucharadita de orégano y 1 hoja de laurel.
El secreto para obtener el auténtico sabor italiano es una cocción prolongada a fuego muy lento.
Bajamos el fuego casi al mínimo y lo dejamos cocer entre una hora y media y dos horas, con la tapa semiabierta.
Nota: La salsa irá espesando poco a poco, pero si se seca antes de tiempo, puedes añadir 1/2 vaso de agua.
Ideas
He hecho la salsa con un tomate crudo triturado de bote, pero podéis utilizar tomates naturales, retirando la piel y las semillas y triturándolo antes de usarlo.
Pochar: Freír los alimentos en una sartén o cacerola a fuego lento hasta obtener el punto deseado de ternura y sabor.
Salpimentar: Sazonar con pimienta y sal.
Rehogar: Sofreír un alimento para que se impregne de la grasa y los ingredientes con que se condimenta.