- 320 g de fideos chinos.
- 3 cuartos traseros de pollo o 6 muslos (1 kg).
- 1 calabacín.
- 1 cebolla pequeña.
- 1 zanahoria.
- 1 pimiento rojo pequeño.
- 125 g de setas shiitake y un puñado de setas enoki (o las que encuentres en tu mercado).
- 2 dientes de ajo.
- Un trozo de jengibre de 2 cm.
- 4 o 5 cucharadas de salsa de soja.
- 1 cucharadita de aceite de sésamo.
- 100 ml de vino de Jerez seco (Fino).
- 1 vaso de caldo de pollo o una pastilla de caldo concentrado.
- 1 cucharadita de polvo de cinco especias chinas.
- Aceite neutro (girasol, cacahuete o maíz).
- Hojas de cilantro para decorar.
Elaboración
PASO 1
En primer lugar, quitamos la piel y los huesos a los cuartos traseros o pedimos en la pollería que los deshuesen.
A continuación, los cortamos en trozos pequeños, como se muestra en la imagen.
Espolvoreamos 1 cucharadita de polvo de cinco especias chinas sobre los trozos de pollo.
Nota: El polvo de cinco especias chinas suele prepararse con canela, semillas de hinojo, anís estrellado, clavo de olor y pimienta anisada o de Sichuan. Si no lo encuentras, simplemente salpimienta el pollo.
PASO 2
Pelamos la cebolla y la cortamos en tiras finas (juliana).
Raspamos la piel de las zanahorias con un cuchillo o la retiramos con un pelador de verduras; las lavamos y las cortamos en tiras finas.
Lavamos los calabacines y los cortamos también en tiras.
Lavamos el pimiento rojo, quitamos el tallo y las semillas, y lo cortamos en dados pequeños, como se muestra en la imagen.
PASO 3
Limpiamos las setas pasando un paño húmedo por la superficie y las cortamos en láminas finas.
Pelamos el jengibre y los dientes de ajo, y los picamos muy finitos, como se muestra en la imagen.
Nota: También se puede pasar el ajo y el jengibre por un rallador en lugar de picarlos.
PASO 4
Mezclamos un vaso de caldo de pollo con 4 o 5 cucharadas de salsa de soja.
Opcionalmente, podemos añadir 1 cucharadita rasa de maicena para espesar la salsa, pero es muy importante que el líquido no esté caliente porque se formarían grumos y no conseguiríamos disolverla. Si el caldo está caliente, diluimos primero la maicena en 2 cucharadas de agua fría y después la podremos mezclar con la salsa sin problemas.
Nota: Si prefieres utilizar un caldo de pollo concentrado, disuelve 1/2 pastilla en un vaso de agua hirviendo. Espera a que se enfríe y sigue con la receta.
PASO 5
Para cocer los fideos, ponemos abundante agua en una cazuela a calentar a fuego fuerte.
Cuando el agua empiece a hervir, añadimos los fideos y los cocemos el tiempo indicado en el paquete, generalmente entre 4 y 6 minutos.
A continuación, pasamos los fideos a un colador, y los refrescamos bajo un chorro de agua fría para cortar la cocción.
PASO 6
Salteamos los trozos de pollo en una sartén con 1 o 2 cucharadas de aceite, a fuego vivo, hasta dorarlos bien por todas partes, entre 2 y 3 minutos.
Es preferible hacer el pollo en varias tandas, porque si lo echamos todo a la vez, bajará la temperatura de la sartén y el pollo se cocerá en lugar de freírse, perdiendo sus jugos y quedando seco y duro.
Retiramos el pollo de la sartén y lo reservamos.
PASO 7
Ponemos 3 cucharadas de aceite en una sartén grande y salteamos las verduras a fuego vivo; en primer lugar el ajo y el jengibre, entre 30 y 40 segundos, removiendo constantemente para evitar que se quemen. Seguidamente incorporamos la cebolla y la zanahoria, 1 o 2 minutos después el calabacín y en último lugar las setas.
Dejamos que las verduras se cocinen hasta que estén tiernas, aproximadamente durante 4 minutos, removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera.
Añadimos un chorrito de jerez seco y lo dejamos cocer unos segundos para que se evapore el alcohol.
PASO 8
A continuación, agregamos la mezcla de caldo de pollo y soja, 1 cucharadita de aceite de sésamo y los trozos de pollo.
Lo dejamos cocer a fuego medio durante 4 o 5 minutos, hasta que el pollo esté bien cocinado.
Rectificamos de sal si es necesario.
En el último minuto, añadimos los fideos y los mezclamos bien con el resto de ingredientes.
Nota: Para decorar, añadimos unas hojas de cilantro fresco.
Saltear: Saltear es freír los alimentos a fuego vivo con poco aceite. Así conseguimos dejarlos tiernos por dentro, pero sin perder su textura crujiente, alterando sus propiedades mucho menos que con otros tipos de cocción.