- 1,2 litros de caldo de pollo.
- 220 g de fideos udon secos.
- 200 g de setas shiitake.
- 2 dientes de ajo.
- Un trozo de jengibre de 2 cm.
- 1 o 2 cebolletas chinas, o si no las encuentras, de la variedad que tengan en tu mercado.
- 5 cucharadas de salsa de soja.
- 50 ml de vino de Jerez seco (6 cucharadas).
- 1 cucharadita de aceite de sésamo.
- 3 o 4 shiitakes deshidratados (opcional).
Para el caldo de pollo
- 1 kg de carcasas de pollo.
- 1 cuarto trasero de pollo sin piel.
- 1/2 cebolla.
- 1/2 puerro (solo la parte blanca).
- 1/2 tallo de apio (sin las hojas).
- 1 zanahoria pequeña.
- 1 ramita de perejil.
- 2,5 litros de agua (preferiblemente embotellada para no introducir sabores extraños como el del cloro).
Si no dispones de mucho tiempo para cocinar, utiliza un caldo de pollo envasado.
Los fideos udon son un ingrediente básico en la gastronomía japonesa. Se trata de unos fideos blancos, gruesos y largos, que están elaborados con harina de trigo, sal y agua. Se pueden encontrar frescos o secos. Si tenéis la posibilidad de comprarlos frescos no lo dudéis, cuando son de buena calidad su textura es increíble, pero como no a todos os resultará fácil encontrarlos, he preparado la sopa con udon secos, que se venden en muchos supermercados y en tiendas especializadas en productos orientales. En cualquier caso, si no los encontráis, utilizar otra variedad de fideos japoneses, como somen o chukasoba, o alguna variedad de fideos chinos.
Elaboración
Caldo de pollo
Lavamos el puerro y le quitamos las raíces y las hojas verdes, dejando sólo la parte blanca. Retiramos la piel de la zanahoria con un pelador de verduras y la lavamos. Enjuagamos el apio y pelamos la cebolla.
Cortamos todas las verduras en 3 o 4 trozos.
Ponemos todos los ingredientes en una cazuela grande, los cubrimos con 2,5 litros de agua fría y lo llevamos a ebullición a fuego fuerte. Cuando comience a hervir, bajamos el fuego y lo dejamos cocer 1 h 30 min a fuego suave, sin que hierva a borbotones, manteniendo solo un ligero burbujeo en la superficie.
De vez en cuando, retiramos la espuma que se forma en la superficie con una cuchara o una espumadera para obtener un caldo claro y limpio. Por último, pasamos el caldo por un colador de malla fina.
Para ver esta elaboración con mayor detalle, consulta el fondo de pollo.
Cocemos los fideos
Ponemos abundante agua en una cazuela a calentar a fuego fuerte.
Cuando el agua comience a hervir, añadimos los fideos y los cocemos el tiempo que se indique en el paquete.
Transcurrido el tiempo de cocción, los escurrimos y refrescamos inmediatamente bajo un chorro de agua fría, revolviéndolos suavemente con la mano para eliminar el exceso de fécula y sal.
A continuación, los dejamos unos minutos en un cuenco con agua muy fría y unos cubitos de hielo para enfriarlos completamente.
Tras unos minutos, los escurrimos y reservamos.
Cortamos 3 rodajas de jengibre no muy gruesas.
Aplastamos ligeramente los dientes de ajo con la parte plana del cuchillo hasta romper la piel.
Separamos la parte verde de la cebolleta y la abrimos por la mitad con el cuchillo, como se muestra en la imagen.
Ponemos 6 o 7 cucharadas de vino de Jerez en un cazo a calentar a fuego vivo y lo dejamos hervir 1 minuto para que se evapore el alcohol.
Añadimos el caldo de pollo, el jengibre y los dientes de ajo y lo dejamos cocer a fuego suave durante 10 minutos para aromatizar el caldo.
Apagamos el fuego y lo dejamos reposar de 5 a 10 minutos.
Lo pasamos por un colador para retirar todos los ingredientes.
Nota: Opcionalmente, se pueden añadir 3 o 4 shiitakes deshidratados para obtener un sabor más intenso.
Limpiamos las setas shiitake, retiramos los tallos y los cortamos en láminas de 1 cm.
Para terminar, volvemos a poner el caldo en el cazo a calentar a fuego suave-medio.
Añadimos las setas shiitake y 5 cucharadas de salsa de soja.
Los cocemos 2 minutos. Incorporamos los fideos y lo dejamos cocer otro minuto para calentarlos.
En cuanto empiece a hervir lo retiramos del fuego y añadimos 1 cucharadita de aceite de sésamo.
Servimos la sopa en tazones individuales. Para decorar cortamos unas rodajas finas de la parte verde de la cebolleta.