- 200 g de chocolate blanco.
- 200 ml de nata líquida.
- 300 ml de leche entera.
- 1 limón.
- 1 rama de canela.
Para acompañar:
- 4 galletas (las que más te gusten).
- 2 cucharadas de bayas de goji.
- Frutos rojos variados: arándanos, frambuesas, grosellas...
Elaboración
Lavamos bien el limón y sacamos unas tiras de su piel con un pelador de verduras, pero solo de la parte amarilla, la parte blanca es amarga y apenas aporta sabor.
Nota: Existen unos peladores de cuchillas dentadas especiales para verduras y frutas de piel fina, como el tomate o el kiwi, con los que la piel del limón sale sin apenas parte blanca.
Ponemos la leche en un cazo con la nata, la piel del limón y 1 rama de canela.
Lo calentamos a fuego medio.
En cuanto arranque a hervir, lo retiramos del fuego y lo dejamos infusionar durante 15 o 20 minutos.
Por último, lo pasamos por un colador para retirar la canela y el limón.
Volvemos a poner la mezcla en el cazo y la calentamos a fuego suave sin que llegue a hervir.
Añadimos el chocolate, retiramos el cazo del fuego y removemos con unas varillas hasta disolverlo completamente.
Dejamos que la sopa se enfríe a temperatura ambiente y después la metemos en la nevera.
Nota: Si dispones de un termómetro, calienta la mezcla a 45-50 ºC para fundir el chocolate.
Polvo de galletas
Ponemos en un molinillo de café 2 cucharadas de bayas de goji y 4 galletas troceadas.
Las trituramos a máxima potencia hasta obtener un polvo fino.
A continuación, lo pasamos por un colador de malla fina.
Si no dispones de un molinillo, tritúralas con algún robot de cocina o una batidora, no quedará un polvo tan fino, pero estará igual de bueno.
Presentación
Servimos la sopa de chocolate fría con unas cuantas grosellas, arándanos y frambuesas, como se muestra en la imagen.
Decoramos con el polvo de galletas y goji.