
- 8 contramuslos de pollo sin huesos y cortados en 2 trozos.
- 400 g de tomate triturado (natural o envasado).
- 200 ml de vino tinto.
- 5 filetes de anchoa en aceite.
- 2 dientes de ajo.
- 1 pimiento rojo mediano.
- 2 ramitas de romero fresco.
- 1 hoja de laurel.
- 3 o 4 cucharadas de aceitunas negras.
- Aceite de oliva, pimienta negra molida y sal.
He utilizado unos contramuslos deshuesados, pero la receta se puede preparar con otras partes del pollo, como muslos, cuartos traseros troceados o todo el pollo troceado.
Elaboración

PASO 1
Pelamos los dientes de ajo y los picamos finito.
Lavamos el pimiento, retiramos el rabillo y las semillas y lo cortamos en dados.

PASO 2
Ponemos 2 cucharadas de aceite en una cazuela amplia a calentar a fuego medio-fuerte.
Cuando el aceite esté caliente, freímos los trozos de pollo hasta dorarlos bien por todas partes, aproximadamente 2 minutos por cada lado.
Los sacamos de la cazuela y reservamos.
Nota: Para que el pollo quede bien dorado es preferible cocinarlo en 2 o 3 tandas (dependiendo de la cantidad), así evitaremos que la temperatura de la cazuela descienda bruscamente y además nos resultará más sencillo manejarlo.

PASO 3
En el mismo aceite, rehogamos el ajo y el pimiento con una pizca de sal a fuego suave durante 5 o 6 minutos, hasta dorarlos ligeramente.
Añadimos las anchoas y seguimos rehogando el conjunto 1 o 2 minutos más, hasta que se hayan deshecho completamente.

PASO 4
A continuación, agregamos el vino y lo dejamos cocer 1 minuto para que se evapore el alcohol.
Seguidamente, incorporamos el tomate triturado, las aceitunas, 2 ramitas de romero, 1 hoja de laurel, una pizca de pimienta negra molida y sal al gusto.
Lo dejamos cocer a fuego suave durante 5 o 6 minutos.
Nota: Al añadir la sal se debe tener en cuenta que las anchoas ya aportan una buena cantidad.

PASO 5
Introducimos el pollo en la cazuela y cubrimos con la tapa, dejándola semiabierta para que la salsa se vaya reduciendo durante la cocción.
Lo mantenemos a fuego suave entre 25 y 30 minutos, hasta que el pollo esté tierno, dando de vez en cuando la vuelta a los trozos para que se cocinen igual por todas partes.
Para terminar, retiramos las ramitas de romero y la hoja de laurel y rectificamos de sal si es necesario.
¡Buen provecho!
Si dispones de tiempo, prueba a cocinar el pollo a fuego muy muy suave, casi al mínimo, entre 1 h 30 min y 2 h, hasta que esté realmente tierno y se desprendan los huesos con facilidad, el resultado merece la pena.