- 1 kg de mejillones de roca.
- 120 ml de leche de coco.
- 1/2 cebolleta picada finamente.
- Aceite neutro: de girasol o cacahuetes.
Para el curry verde
- 1 chile verde.
- 3 dientes de ajo.
- 1 chalota.
- 2 ramitas de citronela (hierba limón).
- 1 trozo de jengibre de 1 cm de largo.
- 1 rama de albahaca fresca.
- 5 ramas de cilantro, a ser posible con su raíz.
- 3 hojas de lima kaffir.
- 1 cucharada de salsa de pescado tailandesa.
- 1 cucharadita de semillas de cilantro.
- ½ cucharadita de comino en semillas.
- 1/2 cucharadita de pasta de gambas (opcional).
La parte más complicada de este curry es encontrar los ingredientes. La hierba limón o citronela, así como el cilantro, la leche de coco y el jengibre, se pueden conseguir relativamente fácil, con estos ingredientes y los que habitualmente tenemos en nuestros mercados, como la albahaca, la chalota y el ajo, se puede ya preparar un curry rico, todavía muy lejos del sabor auténtico tailandés, pero muy rico.
Los chiles verdes tailandeses frescos son los más difíciles de encontrar, pero se pueden sustituir por otros chiles como los jalapeños o diferentes tipos de guindilla verde.
Las hojas de lima kaffir tampoco son fáciles de obtener, frescas hay pocos sitios donde se vendan, congeladas se pueden encontrar en algunas tiendas de productos orientales; y en tiendas especializadas o de internet las podemos encontrar secas o en polvo. Se podrían sustituir por ralladura de piel de lima, pero el sabor no es el mismo.
Si no se encuentra la salsa de pescado tailandesa, se puede sustituir por una anchoa y una cucharada de salsa de soja, no tendrá el mismo sabor, pero se asemeja.
En realidad la pasta de curry verde se elabora con galanga en lugar de jengibre, pero como es otro ingrediente que no es sencillo encontrar, ni la he puesto en la receta. Tampoco nuestra albahaca es la misma que la tailandesa, tiene diferentes matices y aromas, pero nos sirve.
Elaboración
En primer lugar, limpiamos los mejillones.
Golpeamos con el borde plano del cuchillo (para no estropear el filo) los restos duros pegados a las conchas y recortamos los filamentos estropajosos.
Seguidamente, raspamos las conchas con un cuchillo viejo, un estropajo de aluminio, o un cepillo de cerdas duras para eliminar todo tipo de adherencias.
Por último, los ponemos en un colador y los enjuagamos bien con agua fría.
Nota: Tira los mejillones abiertos, que no se cierren al darles unos golpecitos, y aquellos que tengan la concha rota.
Tradicionalmente este curry se elabora en un mortero, machacando bien los ingredientes hasta formar una pasta, pero lo podemos hacer de forma rápida con la batidora.
Pelamos la chalota, los dientes de ajo y el jengibre.
Picamos la chalota y cortamos la citronela en rodajas finas.
Lavamos con agua fría la albahaca y el cilantro.
A continuación, introducimos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y los trituramos hasta obtener una pasta verde homogénea, como se muestra en la imagen.
Ponemos 2 cucharadas de aceite a calentar en una sartén grande.
Cuando el aceite esté caliente, agregamos la cebolleta y la rehogamos a fuego medio unos 4 o 5 minutos, removiendo con una cuchara de madera de vez en cuando.
Seguidamente, añadimos la pasta de curry y la sofreímos con la cebolla 1 o 2 minutos.
Añadimos la leche de coco y removemos hasta disolver la pasta de curry.
Para terminar, echamos los mejillones en la salsa verde, tapamos la sartén y dejamos que se cocinen a fuego medio durante 3 minutos aproximadamente, hasta que todos se hayan abierto.
Los servimos con hojas de cilantro picadas por encima.
¡Buen provecho!