Para la crema de limón
- 120 g de zumo de limón (3 limones).
- La ralladura de la piel de 2 limones.
- 120 g de mantequilla.
- 5 huevos.
- 90 g de azúcar.
- 12 g de maicena.
Para el merengue
- 3 claras (110 g).
- 110 g de azúcar.
- 4 cucharadas de agua (35 ml).
- 20 g de azúcar glas.
- 0,4 g de aroma de violetas líquido.
- Colorante alimentario violeta en gel.
Para la masa quebrada
- 220 g de harina floja.
- 110 g de mantequilla.
- 1 huevo.
- Una pizca de sal.
- 10 g de azúcar.
- Molde desmontable de 23 cm.
Elaboración
Puedes comprar la masa para preparar esta tarta de forma rápida, pero aunque lleva su tiempo, hacerla en casa es muy sencillo y el sabor y textura no tienen ni punto de comparación.
En primer lugar, tamizamos la harina para eliminar los grumos, pasándola por un tamiz o un colador de malla fina, como se muestra en la imagen.
Seguidamente, incorporamos la mantequilla cortada en dados.
Es muy importante que la mantequilla esté bien fría para que no se derrita; también es recomendable meter las manos en agua fría antes de manipular los ingredientes.
Mezclamos la mantequilla con la harina utilizando las yemas de los dedos, removiéndola y estrujándola hasta obtener una mezcla en forma de finos grumos, con un aspecto similar al de unas migas de pan.
Añadimos 1 huevo ligeramente batido, una pizca de sal, el azúcar y 4 cucharadas de agua muy fría.
Removemos con las manos hasta integrar los ingredientes; mezclándolos prácticamente sin amasar, haciendo lo justo para unirlos y obtener una masa de aspecto homogéneo.
Finalmente, hacemos una bola con la masa, la envolvemos en papel film para que no se reseque y la metemos en la nevera durante 30 minutos como mínimo.
Nota: El secreto de la pasta quebrada es no trabajarla demasiado, si no, quedará dura. El aspecto debe ser el de una masa desigual.
Espolvoreamos harina sobre la superficie de trabajo y el rodillo para evitar que la masa se pegue.
La estiramos pasando el rodillo en distintas direcciones, siempre desde el centro hacia fuera, hasta obtener un disco del grosor deseado, aproximadamente de 3-4 mm.
Nota: Es recomendable sacar la masa de la nevera 10 minutos antes para que no esté muy dura y la podamos estirar fácilmente.
A continuación, enrollamos la masa en el rodillo con mucho cuidado y la desenrollamos sobre el molde.
La amoldamos sin estirar, dejándola caer delicadamente para que prácticamente se ajuste sola.
Presionamos suavemente contra las paredes para que adquiera la forma del molde y recortamos el exceso de masa pasando el rodillo por el borde, como se muestra en la imagen.
La dejamos reposar en la nevera al menos durante 30 minutos.
Si se rompe o agrieta, humedecemos la zona con agua y presionamos con los dedos para repararla, o utilizamos un pequeño trozo de masa a modo de parche.
Nota: Es importante no estirar la masa en ningún momento para que no encoja durante el horneado.
Pinchamos el fondo varias veces con un tenedor para evitar que se formen burbujas al hornearla.
Para que la masa no se levante o se ondule ponemos un peso encima, lo habitual es cubrir el fondo con papel de horno y rellenarlo con unos garbanzos o judías.
La metemos en el horno, precalentado a 180 ºC.
La cocemos durante 20 minutos cubierta con el papel de horno y otros 8 minutos descubierta para dorar el interior.
Separamos las yemas de 3 huevos. Una forma sencilla y rápida de separarlas es con la mano, haciéndolo sobre un cuenco para recoger las claras, como se muestra en la imagen.
Reservamos las claras para preparar el merengue.
Lavamos a fondo 2 limones y rallamos su piel, pero solo la parte amarilla, la parte blanca es amarga y apenas aporta sabor.
Nota: Existen ralladores muy finos en el mercado con los que se extrae fácilmente la ralladura de la piel de los cítricos sin llegar al albedo (la parte blanca), aunque siendo cuidadosos lo podemos hacer con uno corriente.
Ponemos en un cazo el zumo de limón, el azúcar, la ralladura de limón, la maicena y 100 ml de agua.
Removemos bien con unas varillas y lo llevamos a ebullición.
En cuanto comience a hervir, lo retiramos del fuego y añadimos los 2 huevos enteros y las 3 yemas, incorporándolos de uno en uno, mientras removemos constantemente con las varillas.
Lo dejamos enfriar hasta una temperatura de 50 ºC y agregamos la mantequilla.
Seguimos removiendo hasta obtener una crema fina y homogénea.
Rellenamos la base de la tarta con la crema de limón y dejamos que se enfríe.
Para este postre vamos a preparar un merengue italiano.
Ponemos en un cuenco grande las claras con 20 g de azúcar glas y las montamos a punto de nieve con las varillas de la batidora a velocidad media, durante 2 o 3 minutos aproximadamente.
A continuación, ponemos en un cazo 80 g de azúcar con 4 cucharadas de agua a calentar a fuego fuerte hasta alcanzar entre 118 y 121 ºC, obteniendo un almíbar bastante espeso.
Incorporamos el almíbar caliente a las claras montadas, dejándolo caer en un hilo fino mientras batimos a velocidad media.
Una vez añadido, seguimos batiendo hasta alcanzar la textura de un merengue firme y esponjoso.
Añadimos el aroma de violetas y batimos unos segundos.
Separamos la mitad del merengue y añadimos el colorante poco a poco hasta conseguir el tono de morado que más nos guste.
Introducimos cada color de merengue en una manga pastelera con una boquilla de estrella abierta de tamaño medio.
Decoramos la tarta como se muestra en la imagen.
Por último, tostamos el merengue con un soplete de cocina.
Si no dispones de un soplete, introduce la tarta en el horno, solo con la función gratinador y a máxima potencia, aproximadamente durante 2-3 minutos, hasta tostar ligeramente la superficie, vigilando que no se queme.