- 2 sepias limpias.
- 12 o 16 almejas.
- 1 vaso de vino blanco.
- 2 patatas.
- 1 cebolla mediana.
- 1 diente de ajo pequeño.
- 2 cucharadas de piñones.
- 1 cucharada de perejil fresco.
- Aceite y sal.
Las almejas se pueden sustituir por berberechos o mejillones.
Elaboración
PASO 1
Compramos las sepias limpias o pedimos en la pescadería que las limpien, así ahorraremos tiempo en la elaboración de la receta.
Cortamos los cuerpos de las sepias en dados de 2 o 3 cm aproximadamente, como se muestra en la imagen. Separamos también los tentáculos.
Pelamos la cebolla y la picamos muy finita.
PASO 2
Pelamos las patatas y las "chascamos", es decir, las rompemos en trozos irregulares haciendo palanca con el cuchillo, para esto, introducimos la hoja del cuchillo unos 3 cm en la patata, y tiramos hacia fuera hasta romperla con un giro de muñeca.
PASO 3
En una cazuela amplia, rehogamos la cebolla con 3 o 4 cucharadas de aceite a fuego medio, durante 5 o 6 minutos, removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera.
Incorporamos la sepia y la rehogamos otros 2 minutos.
PASO 4
Agregamos un vaso de vino blanco, y lo dejamos cocer un minuto para que se evapore el alcohol.
Incorporamos las patatas y lo guisamos a fuego muy suave, con la tapa semiabierta, durante 20 minutos.
PASO 5
Ponemos en el cuenco del mortero 1 diente de ajo, 2 cucharadas de piñones, 1 cucharada de perejil fresco y una pizca de sal gorda.
Machacamos los ingredientes, golpeándolos fuertemente con el mazo, hasta conseguir una pasta homogénea.
PASO 6
Transcurridos 20 minutos de cocción, disolvemos la pasta de piñones y ajo en la salsa.
Lo dejamos cocer otros 3 o 4 minutos, hasta que las patatas y la sepia estén tiernas.
Por último, añadimos las almejas, tapamos la cazuela y esperamos a que se abran, aproximadamente 2 o 3 minutos.
¡Buen provecho!
Aunque las almejas se venden generalmente depuradas, es recomendable tenerlas un tiempo sumergidas en agua salada para asegurarnos de que estén perfectamente limpias de impurezas y arenilla.
Las dejamos 2 horas en un recipiente con agua fría y sal, aproximadamente 2 cucharadas por litro, de esta forma, las almejas soltarán las impurezas que puedan contener.
Rehogar: Sofreír un alimento para que se impregne de la grasa y los ingredientes con que se condimenta.