- 340 g de espaguetis.
- 600 g de calabaza.
- 4 yemas de huevo.
- 3 cucharadas de queso parmesano rallado.
- 3 filetes de pavo.
- Orégano.
- Aceite de ajo (ver notas).
- Apio en polvo (opcional).
- Aceite de oliva, pimienta negra molida y sal.
Elaboración
Con un cuchillo muy bien afilado, cortamos los filetes de pavo en tiras pequeñas y finas.
Las introducimos en un cuenco con 3 cucharadas de aceite de ajo, 1 cucharadita de orégano, 1/2 cucharadita de apio en polvo y 1/4 de cucharadita de pimienta negra molida.
Removemos bien y lo dejamos macerar como mínimo durante 1 hora.
Utilizamos un aceite de ajo en lugar de ajo fresco, porque al saltear el pavo a fuego vivo se quemaría, generando un sabor amargo bastante desagradable. Otra opción sería usar ajo en polvo, pero a mí personalmente no me convence demasiado su sabor.
Retiramos la corteza exterior de la calabaza y las semillas y cortamos la pulpa en dados pequeños, como se muestra en la imagen.
A continuación, ponemos los dados de calabaza en una cazuela, los cubrimos de agua y lo llevamos a ebullición a fuego fuerte.
Cuando comience a hervir, bajamos un poco el fuego y la dejamos cocer entre 15 y 20 minutos, hasta que esté blanda y se deshaga al apretarla con una cuchara.
Colamos y reservamos el líquido de la cocción.
Introducimos los dados de calabaza en el vaso de la batidora con 100 ml del líquido de cocción.
Trituramos a máxima potencia hasta obtener una crema fina y homogénea, al menos durante 3 minutos.
Dejamos que la crema se enfríe un poco, entonces, la pasamos a un recipiente amplio y la mezclamos con las yemas de huevo, el queso parmesano, una pizca de pimienta negra molida, 1/2 cucharadita de orégano y sal al gusto.
Removemos con una cuchara y reservamos.
Para cocer la pasta, ponemos abundante agua con 1 cucharada de sal en una cazuela grande y alta a calentar a fuego fuerte.
Cuando comience a hervir, añadimos los espaguetis y removemos con una cuchara para evitar que se peguen.
Los dejamos cocer el tiempo indicado en el paquete.
Por último, pasamos la pasta a un colador para escurrir el agua de cocción.
Mientras se cuece la pasta, terminamos las otras elaboraciones.
En primer lugar, ponemos 1 cucharada de aceite a calentar en una sartén grande.
Cuando esté bien caliente, salteamos los dados de pavo a fuego vivo durante 2 o 3 minutos, hasta que estén bien dorados.
Los retiramos de la sartén y reservamos.
En los últimos 5 minutos de cocción de la pasta, ponemos el puré de calabaza en una sartén o una cazuela amplia y la calentamos a fuego suave, removiendo constantemente.
Al principio la crema estará algo líquida, pero poco a poco irá espesando hasta alcanzar una textura más densa y cremosa, aproximadamente en 3 minutos, pero es muy importante hacerlo a fuego muy suave para que no cuajen.
Probamos el punto de sal y rectificamos si fuese necesario.
Añadimos los dados de pavo y sin parar de remover, dejamos que se templen en la salsa durante 1 minuto.
Retiramos la sartén del fuego y echamos la pasta recién cocida sobre la crema, solo escurrida y sin enfriarla.
Removemos enérgicamente hasta integrarla en la salsa y agregamos una pizca de orégano y algo más de parmesano rallado al gusto.
Aceite de ajo
Para preparar el aceite de ajo, introducimos en un tarro 200 ml de aceite de oliva virgen extra con 40 g de ajo pelado y picado finamente. En unas 3 o 4 horas ya se podría utilizar, pero es mejor si lo dejamos desde el día de antes.
Este aceite se puede conservar en un tarro hermético entre 2 y 3 semanas. Según vayan pasando los días el sabor a ajo se irá haciendo más intenso, por lo que será necesario ir añadiendo algo más de aceite para rebajarlo.
Saltear: Saltear es freír los alimentos a fuego vivo con poco aceite. Así conseguimos dejarlos tiernos por dentro, pero sin perder su textura crujiente, alterando sus propiedades mucho menos que con otros tipos de cocción.