- 90 g de harina común.
- 45 g de harina de trigo sarraceno.
- 190 ml de leche entera.
- 1 huevo de talla L.
- 1 cucharadita de azúcar glas.
- 5 g de levadura de panadería en polvo (o 10 g de levadura fresca).
- 1/2 cucharadita rasa de sal.
- Aceite de girasol.
Si no encuentras harina de trigo sarraceno utiliza 135 g de harina de trigo común.
Elaboración
PASO 1
Mezclamos en un cuenco las dos harinas, el azúcar y la sal.
Seguidamente, añadimos 140 ml de leche templada y la levadura.
Removemos hasta formar una masa homogénea bastante densa.
Cubrimos el cuenco con un papel transparente de cocina, sin cerrar los bordes herméticamente o haciendo 3 o 4 pequeños agujeros para dejar que la masa respire.
La dejamos fermentar hasta que doble su volumen y la superficie se llene de burbujitas, aproximadamente 30 minutos.
Nota: Para cubrir la masa también se puede utilizar un gorro de baño, así no se pierde humedad y dejamos que respire.
PASO 2
Separamos la clara y la yema del huevo.
Reservamos la yema y montamos la clara en un cuenco con las varillas de la batidora a velocidad media, durante 1 o 2 minutos, hasta alcanzar un punto de nieve con picos suaves.
PASO 3
Añadimos a la masa el resto de la leche, la yema de huevo y 1 cucharada de aceite de girasol. Removemos con delicadeza hasta integrarlos completamente.
Seguidamente, incorporamos la clara montada y la mezclamos mediante movimientos envolventes suaves para no perder el aire de las claras y obtener una masa muy esponjosa.
La metemos en un biberón de cocina para dosificarla fácilmente.
PASO 4
Calentamos una sartén grande a fuego medio y untamos la superficie con aceite o mantequilla.
Añadimos la masa formando círculos no muy grandes, aproximadamente de 4-5 cm de diámetro.
Nota: Si no dispones de un biberón de cocina utiliza una cuchara para echar la masa a la sartén.
PASO 5
Los cocinamos entre 40 segundos y 1 minuto, hasta que las burbujas salgan a la superficie, entonces, les damos la vuelta con una espátula y los hacemos el mismo tiempo por la otra cara.