- 12 alitas de pollo.
- 8 cucharadas de salsa de soja.
- 4-5 cucharadas de azúcar moreno.
- 3 cucharadas de vino de Jerez seco (opcional).
- 60 ml de agua.
- Pimienta negra molida.
- Aceite de girasol.
Para decorar
- 1 cucharadita de semillas de sésamo.
- 1 cucharada de cebollino picado finamente.
Elaboración
PASO 1
Separamos las dos partes del ala por la articulación. Cortamos las puntas y las tiramos.
En la piel se concentra la mayor parte de la grasa del pollo, por eso, para hacer el plato algo más ligero recortamos las partes sobrantes.
Las salpimentamos.
Nota: No debemos quitar toda la piel, ya que hará que el pollo esté más jugoso y crujiente después de frito.
PASO 2
En una cazuela amplia no muy profunda, freímos las alitas con 4 cucharadas de aceite a fuego medio-vivo hasta que estén bien doradas por todas partes, aproximadamente 3 o 4 minutos.
Las hacemos en 2 o 3 tandas y las reservamos.
PASO 3
Retiramos el exceso de aceite y volvemos a poner la cazuela en el fuego.
Echamos el azúcar, la salsa de soja y opcionalmente el vino de Jerez. Lo calentamos a fuego lento, removiendo constantemente hasta que el azúcar se haya disuelto completamente.
Incorporamos las alitas y 1/4 de vaso de agua y lo dejamos cocer a fuego lento entre 12 y 15 minutos, hasta que el caramelo se pegue a su piel y estén bien cocinadas por dentro, dándoles la vuelta de vez en cuando.
Nota: Si el líquido se seca antes de tiempo, añadimos otro chorrito de agua.
PASO 4
Las servimos con parte de la salsa y las decoramos con cebollino fresco picado muy finamente y unas semillas de sésamo.
Esta misma receta se puede hacer con costillas de cerdo u otras carnes.
Podemos añadir un poco de zumo de lima o naranja para dar un sabor agridulce a la salsa.
Dorar: Adquirir o tomar color dorado un género mediante calor.