- 4 cuartos traseros de pollo sin huesos ni piel (también se puede elaborar con 1 pechuga grande).
- 2 huevos.
- 2 cucharadas de harina fina de maíz (maicena).
- Aceite y sal.
Para la salsa
- 1 cucharadita de jengibre rallado.
- 1 naranja.
- 1 diente de ajo.
- 3 o 4 cucharadas de azúcar.
- 3 cucharadas de vinagre de arroz.
- 2 cucharaditas de salsa de soja.
- 1 cucharadita de maicena.
- 1 vaso de caldo de pollo (o 1/2 pastilla de caldo concentrado).
Si no encuentras el vinagre de arroz, sustitúyelo por uno suave de vino blanco.
Elaboración
PASO 1
En primer lugar preparamos la salsa
Mezclamos 1 vaso de caldo de pollo con el zumo de 1 naranja, 3 cucharadas de azúcar, 3 cucharadas de vinagre de arroz, 2 cucharaditas de salsa de soja y una pizca de sal.
Añadimos 1 cucharadita rasa de maicena para espesar la salsa, pero es muy importante que el líquido no esté caliente, porque se formarían grumos y resultaría imposible disolverla. Si el caldo está caliente, podemos diluir la maicena en 2 cucharadas de agua fría y después mezclarla con la salsa sin problemas.
Nota: Si prefieres utilizar un caldo de pollo concentrado, disuelve 1/2 pastilla en un vaso de agua hirviendo. Espera a que se enfríe y sigue con la receta.
PASO 2
Pelamos un trozo de jengibre y un diente de ajo y los picamos finitos o los rallamos.
A continuación, los rehogamos brevemente en un cazo con 1 cucharada de aceite, a fuego medio, sin que lleguen a tomar color.
Por último, agregamos la salsa.
PASO 3
Rallamos la piel de la naranja y la incorporamos a la salsa, pero sólo la parte de color naranja, la parte blanca es amarga y apenas aporta sabor.
En cuanto comience a hervir, la salsa espesará instantáneamente; entonces, bajamos el fuego casi al mínimo y la dejamos cocer 4 o 5 minutos, removiendo constantemente.
Si la salsa resulta muy espesa, añadimos un chorrito de agua para aligerarla.
La reservamos.
PASO 4
Preparamos el rebozado
Cortamos el pollo en dados pequeños, tal y como se muestra en la imagen.
Batimos 2 huevos en un bol. Añadimos 2 cucharadas de maicena y 1/2 cucharadita de sal, y removemos enérgicamente con unas varillas hasta obtener una mezcla homogénea ligeramente espesa.
Introducimos los trozos de pollo en la mezcla.
PASO 5
Ponemos una sartén con suficiente aceite para freír a calentar a fuego fuerte, aunque no al máximo. Si dispones de un termómetro de cocina, la temperatura ideal es de 175-180 ºC.
Untamos los trozos de pollo en la mezcla de huevo y maicena y los vamos echando en la sartén de uno en uno para que no se peguen.
Cuando estén bien doraditos, aproximadamente en unos 3 minutos, los ponemos sobre un papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Nota: si el aceite no está suficientemente caliente, el rebozado resultará blando y muy aceitoso. Fríelos en tandas de 5 o 6 trozos para evitar que la temperatura del aceite descienda bruscamente. Además, es conveniente esperar 20 segundos entre tanda y tanda para que el aceite recupere la temperatura de 180 ºC.
PASO 6
Para terminar, ponemos los trozos de pollo con la salsa en una sartén y los cocinamos a fuego suave durante 5 o 6 minutos.
Nota: si la salsa se seca muy rápidamente, añadimos un chorrito de agua.
Temperatura del aceite
Si no dispones de un termómetro de cocina, puedes comprobar la temperatura del aceite echando una miga de pan o una gota del rebozado, si se hunde y no vuelve a subir, la temperatura estará por debajo de 150 ºC; todavía muy baja para una fritura. Si el pan sube lentamente a la superficie, la temperatura estará entre 160 ºC y 170 ºC. Si sube rápido a la superficie, rondará los 175-180 ºC, que es la temperatura indicada para la mayoría de frituras. Si el pan no llega a sumergirse y se tuesta al instante, la temperatura es demasiado alta, superior a 180 ºC, los alimentos se tostarán por fuera pero el interior quedará crudo.