- 1 piña.
- La piel de 2 limas.
- Azúcar moreno.
- 2 o 3 fresas para decorar.
Si no te gusta la idea de añadir azúcar a la fruta o no quieres complicarte con el postre, prueba simplemente a cortar la piña en dados y mezclarla con la ralladura de la piel de 1 lima, es una combinación realmente increíble.
Elaboración
PASO 1
Lavamos bien la piel de las limas y las rallamos, pero solo la parte de color verde, la parte blanca es muy amarga y apenas aporta sabor.
PASO 2
Pelamos la piña, le quitamos el corazón y la cortamos en tiras rectangulares de 2 cm de grosor, como se muestra en la imagen.
PASO 3
Para caramelizar el azúcar utilizamos un soplete de cocina. Ponemos un poco de azúcar sobre los trozos de piña y acercamos la llama hasta que empiece a burbujear y se caramelice, con cuidado de que no llegue a quemarse.
Si no dispones de un soplete, pon el azúcar en una sartén a calentar a fuego medio y cuando se haya fundido, sepárala del fuego. Deja que el caramelo se enfríe un poco y añade los trozos de piña para que se pegue en una de las caras.
Otra opción es poner la piña bajo el gratinador del horno durante 3 minutos aproximadamente, hasta que el azúcar comience a burbujear.
PASO 4
Por último, espolvoreamos la ralladura de lima sobre el azúcar y decoramos con unas fresas cortadas en tiras muy finas.