- 2 lubinas de ración (400-500 g).
- 1 cebolleta.
- Un trozo de jengibre de 4 cm de largo.
- 3 cucharadas de salsa de soja.
- 2 cucharadas de vino de arroz o de vino de Jerez seco (opcional).
- 1 cucharadita de azúcar moreno.
- 1/2 cucharadita de aceite de sésamo.
- 4-5 ramitas de cilantro fresco.
- 1 chile rojo (si te gusta el picante).
- Aceite de girasol y sal.
Elaboración
PASO 1
Lavamos las lubinas con agua fría para eliminar cualquier resto de sangre. Las secamos bien y hacemos unos cortes transversales en la piel, no muy profundos.
Seguidamente, frotamos la piel de las lubinas con una pizca de sal y azúcar.
Para cocinar al vapor, utilizamos una cazuela grande, solo hay que llenar el fondo de agua y colocar dentro un plato a una cierta altura (ver abajo en detalle).
PASO 2
Ponemos la cazuela a calentar a fuego vivo y cuando el agua comience a hervir, colocamos las lubinas en el plato y ajustamos bien la tapa.
Las cocinamos durante 10 minutos desde el momento en que aparezca el vapor.
A continuación, sacamos las lubinas agarrando el plato con un paño para no quemarnos.
Nota: Si las lubinas son muy pequeñas, 300-350 g, serán suficientes 8 minutos para cocinarlas.
PASO 3
Quitamos la raíz y el tallo a la cebolleta y la cortamos en tiras muy finas, como se muestra en la imagen.
Pelamos el jengibre y lo cortamos en tiras muy finas.
Quitamos las semillas y venas al chile para que no resulte tan picante y lo cortamos en tiras finas.
PASO 4
Ponemos en una cazuela 3 cucharadas de salsa de soja, 1 cucharadita de azúcar moreno, 2 cucharadas de agua y opcionalmente 2 cucharadas de vino de Jerez seco.
Lo dejamos cocer 2 minutos a fuego suave para disolver el azúcar y que se evapore el alcohol.
PASO 5
Nada más sacar las lubinas de la cazuela, las ponemos en un plato y las rociamos con la salsa. Esparcimos por encima tiras de cebolleta y jengibre al gusto y unas ramas de cilantro cortadas toscamente.
Para terminar, calentamos 3 cucharadas de aceite de girasol mezcladas con 1/2 cucharadita de aceite de sésamo a fuego fuerte y cuando esté muy caliente (sin que llegue a humear), las rociamos sobre el pescado.
Para cocinar al vapor necesitamos una cazuela grande con una tapa que se ajuste bien y un plato algo más pequeño que la cazuela.
Ponemos 1 o 2 vasos de agua en el fondo y utilizamos alguna rejilla o algún recipiente resistente al calor que nos permita colocar el plato a una cierta altura dentro de la cazuela, como se muestra en la imagen.
Ponemos el plato encima y ya tenemos un recipiente para cocinar nuestros pescados al vapor.
Una forma sencilla de comprobar si el pescado está bien cocido es levantar la carne con la punta de un cuchillo, lo haremos en la zona donde es más gruesa, cerca de la cabeza; si se desprende fácilmente del hueso está listo. Además, sabremos que está bien cocido si los ojos se han vuelto de color blanco.
El jengibre
El jengibre crudo tiene un sabor fuerte y algo picante. Por eso, es muy importante cortarlo en tiras muy finitas, para que al combinarlo con el resto de ingredientes aporte el punto justo al plato sin sobresalir excesivamente. Si aun así, su sabor te resulta muy intenso, puedes suavizarlo cociéndolo con la salsa (igualmente cortado en tiras muy finas).