- 600 g de langostinos frescos.
- Abundante aceite de oliva para freír.
Para el rebozado
- 200 ml de cerveza.
- 160 g de harina.
- 2 huevos.
- 1/2 cucharadita de sal.
Acompañamiento
- 1/2 vaso de salsa mayonesa.
- 5 o 6 dientes de ajo.
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
Elaboración
PASO 1
Limpiamos los langostinos
Quitamos la cabeza y el caparazón que recubre el cuerpo dejando el último anillo y la cola.
Retiramos el conducto intestinal, un hilo negro que recorre el cuerpo del langostino y suele contener una arenilla de textura y sabor desagradables.
Para extraerlo, hacemos una pequeña incisión con la punta de un cuchillo en el centro del cuerpo, y con la ayuda de un palillo, tiramos suavemente del hilo hacia arriba hasta sacarlo completamente.
PASO 2
Preparamos el rebozado
Separamos las yemas de las claras de los huevos.
Ponemos en un cuenco las yemas con la harina e incorporamos la cerveza poco a poco mientras batimos con unas varillas hasta conseguir una mezcla homogénea sin grumos.
En otro cuenco montamos las claras con una pizca de sal, batiéndolas con las varillas de la batidora a velocidad media hasta obtener una espuma firme, como se muestra en la imagen.
Finalmente, añadimos la sal y mezclamos las claras con la pasta de harina mediante suaves movimientos envolventes.
El resultado será una pasta fina, esponjosa y ligeramente espesa. Si no dispones de una balanza para pesar los ingredientes, prepárala a ojo; pon un vaso de harina en un cuenco y añade la cerveza poco a poco hasta conseguir la textura de una bechamel ligera.
PASO 3
Ponemos abundante aceite a calentar en una sartén.
Cuando el aceite esté caliente, pasamos los langostinos por la pasta de harina y los echamos en la sartén, en tandas de 4 o 5 para evitar que la temperatura del aceite descienda bruscamente.
Los freímos durante 3 o 4 minutos, dándoles la vuelta para que se hagan bien por todas partes, hasta conseguir un rebozado crujiente y dorado.
Al sacarlos, los ponemos sobre un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
PASO 4
Los langostinos se pueden acompañar de una salsa tártara, de alioli, de una salsa de tomate picante, de salsa de soja, etc. Yo los he servido con un alioli de ajos asados, una salsa en la que el ajo mantiene su presencia pero con un sabor muy suave que no enmascara el del resto de ingredientes.
Alioli de ajos asados
Horneamos 5 o 6 dientes de ajo entre 20 y 25 minutos a 180 ºC, hasta que estén dorados y blandos.
Los pelamos y los ponemos en el cuenco del mortero con una pizca de sal gorda.
Los machacamos golpeando con la maza hasta obtener una pasta.
PASO 5
Añadimos la mayonesa y 2 cucharadas de un aceite de oliva virgen extra de sabor suave.
Removemos enérgicamente para emulsionar bien la mezcla.
Por último, pasamos la salsa por un colador para hacerla más fina.
Nota: Una forma alternativa de elaborar la salsa es triturar los ajos en la batidora con la mayonesa y el aceite durante 1 minuto.
Para que el rebozado no resulte aceitoso es importante que el aceite esté bien caliente en el momento de incorporar los langostinos, de forma que la envoltura se selle y dore rápidamente sin absorber aceite.
La temperatura ideal para estas frituras es de 170-180 ºC. Lo recomendable es utilizar un termómetro de cocina, pero si no dispones de uno, puedes echar en el aceite una miga de pan o una gota de la pasta del rebozado, si sube rápidamente a la superficie sin tocar el fondo, está suficientemente caliente.
Baja un poco el fuego si la miga de pan no llega a sumergirse y se tuesta al instante, esto sucede con temperaturas superiores a 180 ºC, el rebozado se dora antes de que los langostinos hayan terminado de hacerse en su interior.
Cuando saques de la sartén los primeros langostinos, espera unos segundos a que vuelva a subir la temperatura del aceite antes de empezar con la siguiente tanda.