- 1 kg de costillas adobadas.
- 1 pimiento rojo.
- 1 cebolla.
- 2 tomates maduros.
- 2 dientes de ajo.
- 3 patatas medianas.
- 1 hoja de laurel
- 2 cucharaditas de pimentón dulce.
- 750 ml de caldo de pollo (hecho en casa, o alguno envasado de buena calidad).
- Aceite y sal.
Elaboración
PASO 1
Lavamos el pimiento, lo cortamos por la mitad y quitamos el tallo y las semillas.
Lo cortamos en daditos pequeños, como se muestra en la imagen.
Pelamos la cebolla y los dientes de ajo y los picamos muy finitos.
Cortamos los tomates en cuartos, retiramos las semillas, y los rallamos. Desechamos la piel.
PASO 2
Ponemos una cazuela con 2 cucharadas de aceite a calentar a fuego fuerte.
Doramos las costillas, en tandas de 4 o 5, dando la vuelta para que se hagan bien por todas partes (2 o 3 minutos).
Las reservamos.
PASO 3
En la misma cazuela rehogamos el ajo, la cebolla y el pimiento, a fuego medio durante 3 o 4 minutos, removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera.
A continuación, añadimos el tomate rallado y lo sofreímos otros 6 minutos.
PASO 4
Agregamos las costillas, las cubrimos con el caldo de pollo, e incorporamos 2 cucharaditas de pimentón dulce y una hoja de laurel.
Tapamos y lo dejamos cocer 35 minutos a fuego suave.
Nota: el caldo de pollo hará el guiso más sabroso, pero también se podría preparar simplemente con agua, y el resultado sería igualmente bueno.
PASO 5
Pelamos las patatas con un pelador de verduras.
A continuación las 'chascamos', es decir, las rompemos haciendo palanca con el cuchillo, para esto, introducimos la hoja del cuchillo unos 3 cm de la forma que se muestra en la imagen, y tiramos hacia fuera girando la muñeca hasta romper la patata.
Intenta que los trozos tengan un tamaño similar.
PASO 6
Añadimos las patatas a los 15 minutos de cocción.
Esperamos a que la carne y las patatas se terminen de guisar, comprobamos el punto de sal y listo para servir.
Las costillas tienen bastante grasa, por lo que es recomendable desgrasar el guiso para que no resulte muy pesado. Afortunadamente la grasa flota en el caldo y se distingue muy bien, la podremos retirar fácilmente con una cuchara.
Buen provecho.
Rehogar: Freír un alimento a fuego medio para que se impregne de la grasa y los ingredientes con que se condimenta.
Dorar: Adquirir o tomar color dorado un género mediante calor.