- 2 pepinos, 1/2 kg aproximadamente.
- 400 g de yogur.
- 1 diente de ajo.
- 15 hojas de menta fresca.
- 1 lima.
- Pimienta negra molida.
- Aceite de oliva virgen extra y sal.
Elaboración
Quitamos la piel a los pepinos con un pelador de verduras y raspamos el interior con una cuchara para retirar las semillas.
Nota: Quitar las pepitas a los pepinos es opcional, yo tengo la costumbre de retirarlas porque se supone que así se evita que 'repitan', aunque no es algo que a todo el mundo le suceda.
Lavamos bien la piel de la lima y la rallamos, pero solo la parte de color verde, la parte blanca es muy amarga y apenas aporta sabor.
Ponemos el pepino troceado en el vaso de la batidora o en algún robot triturador de cocina.
Añadimos el yogur, 1 diente de ajo, las hojas de menta, la ralladura de lima y su zumo, 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, sal al gusto y una pizca de pimienta negra molida.
Trituramos la salsa con una batidora a máxima potencia hasta obtener una textura fina y homogénea, al menos durante 3 minutos.
Opcionalmente, podemos pasar la crema por un colador de malla fina o un chino.
La ponemos en un cuenco, la cubrimos con papel film y la metemos en la nevera 2 horas como mínimo para servirla bien fría.
Como guarnición, la he acompañado de pepino y manzana cortados en dados muy pequeños y aliñados con un chorrito de zumo de lima, una pizca de sal y cebollino finamente picado.