- 300 g de almendras crudas peladas.
- 3 vasos de agua mineral (750 ml).
- 40 g de miga de pan.
- 1 diente de ajo blanqueado (ver abajo).
- 4 cucharadas de vinagre de vino blanco.
- 1/2 vaso de aceite de oliva virgen extra.
- Sal al gusto.
Para acompañar
- 3 o 4 brevas.
Elaboración
PASO 1
El mejor resultado se obtiene con una batidora de vaso de gran potencia, pero si no dispones de una, utiliza una batidora de mano.
Introducimos todos los ingredientes en el vaso batidor y los trituramos durante 3 minutos, hasta conseguir una crema fina y homogénea.
PASO 2
Pasamos la crema por un colador de malla fina.
Ponemos el ajo blanco en un cuenco, lo cubrimos con papel film y lo metemos en la nevera como mínimo durante 1 hora para servirlo bien frío.
Lo presentamos en un plato hondo, acompañado de unas brevas cortadas en daditos.
¡Buen provecho!
PASO 1
Otra alternativa, es elaborarlo de la manera tradicional, machacando los ingredientes con un mortero.
Remojamos la miga de pan en agua.
Ponemos las almendras peladas, el ajo y una pizca de sal en el mortero. Los machacamos con el mazo hasta conseguir una pasta homogénea.
PASO 2
Escurrimos la miga de pan y la mezclamos con la pasta de almendra.
Añadimos el aceite poco a poco, removiendo constantemente. Hacemos lo mismo con el vinagre.
Finalmente, pasamos la mezcla a un recipiente más grande y agregamos agua fría hasta alcanzar la textura deseada.
Blanquear el ajo es una técnica de cocina que consiste en escaldarlo unos segundos y enfriarlo rápidamente. El ajo seguirá crudo, pero su sabor será mucho más suave y apenas picante, además, evitaremos que repita.
Ponemos el diente de ajo en un cazo pequeño con la cantidad justa de agua fría para cubrirlo.
Lo calentamos a fuego vivo y en cuanto empiece a hervir, contamos 3 segundos y lo enfriamos rápidamente, introduciéndolo en un cuenco con agua y hielo o en el grifo bajo un chorro de agua fría.
Tiramos el agua y repetimos el mismo proceso otras 2 veces.
Las cantidades son orientativas, añade los ingredientes a tu gusto. Variando la cantidad de agua puedes jugar con la textura, haciendo desde una crema espesa hasta una sopa ligera.
El ajo blanco se puede acompañar también de 3 o 4 uvas peladas, sin pepitas y cortadas por la mitad.